Los meniscos son unos fibrocartílagos que se encuentran en la articulación de la rodilla, entre el fémur y la tibia. Hay dos meniscos en cada rodilla: el interno y el externo.
La rotura de menisco es una de las lesiones más frecuentes en la articulación de la rodilla y se puede producir por diversas causas:
- Traumática: causada por un impacto, ya sea directo o indirecto.
- Degenerativa: a causa del deterioro progresivo con los años.
- Mecánica: debida a malas posturas, y en consecuencia un mal funcionamiento.
Síntomas de una rotura de menisco
- Chasquido y dolor en la zona meniscal, en el momento que se produce la lesión.
- Inflamación de la rodilla, puede ser muy importante o escasa.
- Bloqueo de la articulación.
- Dolor al realizar los movimientos de flexión y extensión, sobretodo en el rango final del movimiento.
- Dificultad para moverse después de permanecer sentado durante un tiempo prolongado.
Tratamiento fisioterapéutico
Posteriormente a una rotura de menisco se debe:
- Hacer reposo 24-48 horas.
- Aplicar frío para desinflamar la articulación y reducir el dolor.
- Realizar un vendaje compresivo.
- Mantener la pierna elevada para facilitar el drenaje del líquido sinovial.
El tratamiento de Fisioterapia adecuándonos a cada paciente y teniendo en cuenta si se le ha intervenido quirúrgicamente, consistirá fundamentalmente en:
- Terapia manual para reducir el dolor.
- Drenaje para evacuar el líquido inflamatorio.
- Técnicas articulares para ganar movimiento.
- Ejercicios para aumentar la fuerza muscular.